jueves, 7 de febrero de 2013

Sentimientos de una futura enfermera.

       En la mañana del martes el paciente B. se le ha sustituido la cánula no fenestrada por una cánula fenestrada.
La verdad es que me sentía nerviosa e impaciente por comprobar cómo este cambio iba a repercutir en la evolución de mi paciente. Por fin el podría hablar, con lo que supone salvar el deterioro de la capacidad verbal (00051).
Lejos de la pura técnica, me gustaría centrar esta entrada en mi blog, en describir lo vivido y lo sentido por mi y por lo que he percibido del paciente.
La búsqueda de la cánula, nos ha llevado a llamas a la  unidad de otorrino-maringología del hospital, ya que el estoma es muy grande y el tamaño idóneo nos llevaba a sustituirla por un número de tamaño mayor (10). A ello se unía la intención por parte de la enfermera encargada el buscar una cánula fenestrada con el fin de cambiar sólo el macho de la misma con el fin de no realizar un cambio completo y con el fin de no hacer pasar al paciente por el proceso delicado del cambio completo.
Pero, pregunto a la enfermera si, primero esto es posible, ya que según tenia entendido la cánula que posee el paciente tiene una hembra no fenestrada y si el posible cambio de marca permitiría llevar a terminó su objetivo. ¿La verdad es que nada se perdía intentándolo!
Una vez salvado este escollo, y finalmente comprobando que no era posible, se procede a cambiar todo el sistema en presencia del equipo formado por la médico, la enfermera y una servidora.
En el monitor del Sr. B se aprecia una desaturación y en el ECG un bigeminismo con una onda QRS ancha. El carro de parada que ha sido previamente preparado, ¡creí por un momento que debíamos utilizarlo!, pero con forme la onda apareció, desapareció y finalmente no fue utilizado.
Intentamos disminuir la ansiedad del Sr.B. bromeando sobre que sería lo que nos comunicaría tras el cambió.
Tras el cambio se le pide al paciente que hable, y la primera palabra que dijo fue !Gracias¡.
Debido al aislamiento del paciente aéreo y de contacto por Staphilococcus aureus, detectado en BAS y en fosas nasales, el protocolo exige lavado de manos, el uso de bata, mascarilla, guantes y una habitación individual (si es posible)*.
La mascarilla me ayuda a  disimular los gestos y los llantos de la emoción que el Sr. B me hizo sentir; por un lado la alegría me embargaba y por otro tenia que mantener la compostura.
¿Cómo?, le pregunté, !si sólo te demos la lata, si cuando no te estamos administrando medicación te estamos haciendo los controles de glucemia, si cuando quieres descansar te lavamos, te damos la medicación oral....
El se mostraba cansado pero muy animado y emocionado.
Pero tras unos 30 minutos se le cambia el macho de la cánula por una no fenestrada, con la finalidad de preservarle ante el cansancio que le provocaba el echo de no poder administrarle la FiO2 necesaria para que el paciente se encontrara confortable, ya que le supuso un aumento del trabajo respiratorio con un descenso de la saturación a 85%.
En un principio, el paciente pudiera percibir que ha sido un "paso en falso", pero no es así y de ese modo se lo hago comprender.
Le transmito mi alegría y le animo a seguir luchando.




*Con un protocolo de lavado y tratamiento:En el caso del paciente con MRSA en el que está recomendada la aplicación de pomada de Ácido Fucsídico (Fucidine ) o Mupirocina en parafina base Bactroban nasal en fosas nasales y Bactrobán pomada en lesiones cutáneas) ésta se aplicará dos-tres veces al día durante 5 días; además se utilizará jabón de Clorhexidina 0,12% para el aseo diario del paciente, incidiendo en ingles y axilas. Lavado de cabello (al menos una vez a la semana).

Bibliografía:
1. Carpenito L. Planes de Cuidados y Documentación Clínica en Enfermería: Diagnósticos enfermeros y problemas de colaboración. 4ªed. Barcelona: Mc Graw- Hill Interamericana;2005.
2. Hospital Universitario Fundación Alcorcón. Protocolo de aislamiento aéreo y de contacto.2013.
3. Thompson DS. Staphylococcus aureus Meticilino-Resistente en una Unidad General de Cuidados Intensivos. Journal of the Royal Society of Medicine 97(11):521-526, Nov 2004



 



 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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